No sé.

No sé en qué momento dejamos de ser dos para convertirnos en una misma piel.

Osamos cruzar la frontera de lo más íntimo, rompiendo el muro de la protección, fuimos un mismo ser, una presencia casi etérea, homogénea en el lienzo de tus sábanas.
Fuimos una sombra en un paisaje lleno de luz, o quizá, una luz entre cientos y miles de sombras.
Contraste infinito, frío y fuego, luz y oscuro, oniria e insomnia.
Creamos un instante idílico, durante un tiempo tan eterno como efímero, donde las figuras se emborronan y los suspiros revolotean por el aire.
No sé en qué momento nos dejamos llevar por el fuego de nuestros besos, embriagándonos con la ponzoña de nuestra saliva, ese dulce veneno que se extiende y te da vida.
Me perdí allá donde las yemas de mis dedos se tornaron llamas, donde acaparaste mis cinco sentidos...
Donde en mi oído solo se colaba tu respiración entrecortada, mis ojos se volcaban en tu mirada, mis manos escribían versos con tu piel, tu calor, y mi olfato se escondía entre tu pelo, como en un sueño, absurdo pero cierto.
No sé en qué momento dejé de ser yo, para convertirme en una prolongación de ti, no se en qué momento empezaste a formar parte de mi propio cuerpo, de mi propio ser, no sé en qué momento descubrí que me quedaban cosas por sentir.
Quizás cuando me vi nadando en tu mirada, bebiendo de tus besos, haciendo de mi calor, tu calor o quizás, en los dibujos que creabas con tu boca por mi espalda.
Cuando me colé en tu interior, haciendo del deseo la experiencia, haciendo de una noche el universo, sin un atisbo de inocencia, sin miedos, sin conciencia, sin complejos.
Creo que tan voluntariamente como sin permiso, ya no he vuelto a ser la misma, ahora todo ya es distinto.

Insomnoniridades.

¿Qué te sugiere este momento?
Olores, sonidos, sabores, suavidad, belleza...
Ni aun en un cuarto lleno de humo se me empaña la vista al verte o las ganas que guarda mi corazón de quererte. Eres mi mundo onírico, un sueño tal real como creativo, imaginario, producto de mi mente o de mis ilusiones, de la magia que desprendes.
En todos nuestros cielos brilla igual, sin embargo, insomnia pierde la inspiración, quiere besos. Cantan canciones en el tren, se lo "flipan" y coinciden en sus movimientos, impulsos en el parque, que ni el frío de los hielos es capaz de apaciguar tu fuego, tu calor, tus sensaciones... No hay mayor inspiración que tu, mi musa, mi diosa, mi princesa Insomnia. La cachimba está peleona, años sin fumar se
trastocan en profundas caladas con sabor a cereza, al igual que promesas irrompibles se tornan humo, disipándose en el aire a cada segundo. No hay fronteras, la eternidad está presente aquí y ahora, el infinito se ubica entre estas cuatro paredes.
Me encanta tu presencia en un lugar tan mío, compartir mis silencios con tu sonrisa, en un segundo tan eterno como efímero, en el que plasmas tu energía positiva y ese abracadabra que ha convertido mi vida en una espiral, niña imantada, ay! qué día llevo...
Pero entonces con un gesto haces luz. Luz. Luz la que emites con tu sonrisa y luz la que se refleja en mi mirada desde ese día. Da igual 25 que 17, da igual rollo estable que pareja, da igual utilizar palabras que silencios, porque las palabras vuelan igual que los recuerdos. Lo único que vale es el insomnio compartido, las caricias, tu voz cantándome a susurros o tu mirada clavándose en mi cara desde el sofá. Decir te quiero no vale nada. Nada. Pero son las dos palabras que más vueltas dan en mi cabeza cuando estás a mi lado.
Toca despedirse, pero no para siempre, sino hasta la próxima, porque oniria e insomnia siguen con su presente continuo. No dejes de tener los ojos abiertos mi niña, pero sueña conmigo, porque lo que tengo guardado para ti es enorme, lo que deseo para nuestro eterno "ahora" no tiene nombre ni mención, no tiene más que intención, ganas y todas las fuerzas del mundo, con todo esto, te diré que te quiero, una vez más, sin importar su significado, hasta que te mire a esos ojitos verdes.
Oniria e Insomnia.

Fusión.

Miradas encontradas en la otra esquina de la habitación, suspiras, suspiro, sonrisas.
Caminas rompiendo esquemas, derrumbando obstáculos, arrasando a cada paso con cada de las normas hasta entonces establecidas, con todos los restos que sobraban en mi mente, con todo aquello que pudiera dañarme...
Y qué decir, si cuando te observo te veo rodeada de estrellas, y cuando te beso a veces creo que ni mis puntillas rozan el suelo... Porque nunca es necesario sostenerme en pie, mientras viajemos en tu cielo.
El tiempo... tan relativo como falso, cuando entre tus manos vuela y se desliza como el viento y en tu ausencia se me clava, pasa lento, se burla y me mira con un gesto serio, tan frío y cortante, como navajas de doble filo.
Me permito el lujo de fundirme en tus ojos, de un verde profundo, transparente y sincero, me embriago de la dulzura que desprenden y me pierdo, no me encuentro, desaparezco, nadie me arrebata este momento, es solo mío, está ocurriendo, ya es recuerdo.
Las calles antes grises empiezan a cobrar formas distintas, sostienes mi mano y como por arte de magia las conviertes en un lienzo, tu las llenas de colores, me las pintas, les das vida, te sonríen. El mundo es otra historia, un paisaje de cuento, un universo paralelo, tan real como un sueño, tan absurdo como cierto...
Las sábanas esconden ardientes recuerdos, oniria e insomnia, abrazos en sueños, amor en secreto, lágrimas de emoción, café y chocolate, un te quiero y ya me pierdo, vuelvo a desaparecer, no quiero salir de aquí, nunca más, lo siento.
Mi dulce tentación, mi fuente de inspiración, mi musa y mi sueño, mi pluma, mi folio, mi lienzo... Donde dibujo sonrisas en silencio, grabadas a fuego en cada poro de mi piel. Eres tu mi princesa, que huyó de un cuento incierto, que sufrió donde nunca debió hacerlo, que soñó con volar a otro lugar y que solo por mi, abrió todas las puertas de su casa, los recovecos de su alma, su rincón de fantasía, donde hoy por hoy, yo ocupo un rincón de ensueño, lleno de paz, lleno de magia, lleno de sonrisas.
Y sentir que un gracias se queda pequeño, que en un instante vences todos mis miedos, sobrepasas cielo e infierno y me regalas una oportunidad, una esperanza, de que dentro de este mundo tan raro, existen amores perfectos.
Te quiero.

Dos pasos atrás.

Y en un instante tan frágil como efímero, me miras y me prometes la eternidad sin palabras.
Todo fue un trance, un paro en el tiempo, sin embargo, aunque el silencio parecía estallar en mis oídos, pude escuchar el sonido de tus pasos alejarse.
Algo dejó mi cuerpo inmóvil, un sentimiento quizá, una fuerza gravitatoria en mi interior, fuera lo que fuera, me prohibió seguirte hasta el fin del universo.
Me sentí caer en un abismo infinito, una oscuridad casi palpable, tan espesa como la sangre congelada de mis venas, me sentí desvanecer, me sentí morir.
Solo quedaba una luz, parpadeante, apagándose, procedente de tu sonrisa y del reflejo de tu melena rubia, mis ojos se cerraban, mis párpados pesaban, el silencio me abrasaba y al mismo tiempo me estremecía con su gélido tacto.
El tiempo pasa y aún mis palabras te rodean, eres mi musa y mi estrella, eres mi sueño y mi espera, toda una eternidad.
Tengo el corazón muerto, mis latidos agonizan en un ligero susurro, una falsa parodia de sus anteriores latidos, cuando se aceleraban con tu presencia, cuando se encabritaban con el sonido de tu voz o la magia de tu sonrisa.
Eres tanto pasado como presente, eres tanto mi vida como mi muerte, eres un instante y el mismo infinito, eres mi oxígeno y mi veneno, no eres nadie y sin embargo lo eres todo.
No puedo evitarlo, quizás aun te lleve tan dentro que morir por ti siga siendo la mejor de las opciones, la mejor de las risas tu recuerdo aun en mi mente, el mejor de los suspiros la calidez casi inexistente de mi cuello...
Quizás necesite un tiempo para amarte y tan solo mil vidas más para poder olvidarte, podré esperar. Te quiero

Sorpresa inesperada

No se muy bien como comenzar esta entrada, es difícil, ya sabéis que lo que aquí se refleja es lo que siente mi corazón y ahora siente mucho.
Nunca podré explicar a nadie, ni siquiera a mí misma por qué el corazón es tan traicionero o tan precipitado. Me he lanzado al vacío en una especie de impulso cargado de infinidad de sentimientos y sin embargo, me siento bien, me siento viva.
He de suponer que hay momentos en los que la vida nos hace un regalo, uno de esos regalos que te dejan sin aliento porque nunca esperas y al mismo tiempo, porque te llenan de pies a cabeza de la más absoluta felicidad.
He de reconocer, que tengo miedo, todo esto va muy rápido, no estoy acostumbrada a que me llenen de magia con tanta fuerza en tan poco tiempo pero, no soy capaz de parar porque es de las mejores cosas que me han pasado nunca.
Yo no digo que esta pequeña gran historia tenga futuro, pero ya no me importa el futuro, estoy aprendiendo poco a poco a vivir el hoy y a sentir con toda la fuerza que mi corazón me permita, cada detalle, cada momento que me regale, como plasmar una fotografía de un salto el pleno vuelo.
Ella está en mi vida, lo quiera o no, ha llegado, de momento para quedarse y sinceramente por mucho miedo que me de, me siento tan fuerte con todo lo que ella me hace sentir que ya nada más importa, ni las inseguridades, ni los complejos, ni el temor, solo ella, ella por cada poro de mi piel.
Creo que esta pequeña historia se ha merecido un hueco en los rincones de mi memoria, para no olvidarla, porque estoy aprendiendo mucho y muy rápido, siento como crezco como persona cuando hablo con ella y como puedo adaptarme a distintas circunstancias y a vivir una historia totalmente distinta a la anterior.
Las experiencias nos enriquecen por dentro y creo, que gracias a ella, tendré el corazón lleno de riquezas en un par de meses, ella es única, ella es... ella.
Os extrañará que hable de una forma tan común esta vez para expresarme, pero supongo que no necesito sacar ningún tipo de rasgos literarios para que entendáis lo que llevo por dentro y para que ella sepa, que esto lo cuenta la misma de siempre.
Ahora me dirijo a ti:
Hola mi pequeña, nos hemos vuelto locas con esta historia, corremos, corremos muy rápido pero no podemos frenar, se que tu también sientes miedo, pero estamos juntas en esto, y tanto que lo estamos. Tengo que agradecerte desde lo más profundo de mi corazón que hayas aparecido en mi vida, me has dado lo que tanto necesitaba y cuando no buscaba absolutamente nada de nadie, me has llenado de magia y de vida, me elevas a las nubes y cada día, consigues que te quiera un poquito más. Porque a pesar de todo, lo que realmente es importante en lo que sintamos, que seamos fuertes y sinceras, que no nos hagamos daño y que en todo momento podamos sentirnos seguras y protegidas en presencia de la otra. Me has enseñado muchas cosas y tu ni siquiera lo sabes, pero yo lo sé y jamás podré agradecértelo lo suficiente.
Quiero que seas la persona más feliz del mundo y si puede ser porque yo lo provoque será lo mejor que habré hecho nunca.
Con todo esto y sin querer resultar cargante, te mando un beso, un abrazo y mi corazón, para que seas tu quien lo cuide, para que esté protegido entre tus manos y para que puedas sentirme más cerca de lo que has hecho nunca.
Te quiero.

Ella.

Ella posa los pies rosados sobre el suelo, sintiendo su gélido tacto que se convierte en un escalofrío recorriendo todo su cuerpo hasta la nuca.
Ella sale, pisa el suave césped, se mece con el viento, salta sobre la tierra húmeda, canta, ríe, sueña, parece que vuela.
Ella les devuelve el grito del eco a las montañas, baila con el canto de los pájaros y habla con las hojas de los árboles, ella está llena de vida, ella es energía, solo vive y espera encontrar el momento adecuado para dejar de hacerlo, pero sabe, que llegue cuando llegue, no será su momento.
Ella es joven, no importa cuantos años llegue a cumplir sino cómo los cumpla, vive cada día repleto de magia, sabe convertir un pequeño detalle en todo un espectáculo, crea comedia de una lágrima ajena y sabe curar todo el dolor con su presencia, sus palabras y su amor.
Si, ella es amor, de aquel que te eleva a lo más alto y te abruma con su potencia, que no te permite caminar porque te caes, que te lleva flotando en un universo lleno de odio, tras una máscara de la felicidad más absoluta, ella está llena de fuerza, ella es esperanza y ella es ilusión.
Y tú, ¿vas a acompañarla?

Desahogo.

Hay historias que marcan, que llenan y enriquecen. Hay historias largas, hay historias breves, frías o intensas, falsas o sinceras.
Voy a hablar de nuestra historia.
Tiene un comienzo sin un punto concreto, el destinó nos presentó y poco después nos separó.
Tres años después me buscaste, juraste no querer morir sin tener algo conmigo, quitaste los pájaros de mi cabeza y con tus propias manos empezaste a crear sueños, ilusiones y un sentimiento tan sincero y bello que dudo que pueda olvidar jamás.
Caminamos juntas durante más de un año, no parece demasiado, de hecho, fue breve, pero conseguimos llenarlo de tal intensidad que cada día de nuestra relación mereció ser recordado, sin embargo, no fue suficiente.
Quizá dejamos demasiado para el principio y muy poco para el final, la cuestión es que nuestra llama se apagó, cometimos un error y tu sonrisa se fue disolviendo con el tiempo, dejaste de sentir aquello que te unía a mi con tanta fuerza, no supe cuidarte como debía y nuestros caminos tomaron caminos distintos.
Por desgracia, mi corazón cada día se llenaba más de ti, del mínimo amago de sonrisa que pudieras mostrarme, de cada abrazo, de cada beso... Mi amor seguía creciendo mientras algo ocurría en tu interior. Se desequilibró nuestra balanza, se perdió la ilusión y la magia que nos dejaba radiantes al finalizar el día.
Esa vida que me llenaba más y más desapareció de repente, rompió mi corazón en mil pedazos y lo llenó de la tristeza más amarga que había sentido, se esfumó la ilusión, se perdió mi esperanza, me quedé sin fuerzas y sin aliento.
Hoy no puedo comprender como consentimos que esto ocurriera, como dejamos que esta magia desapareciera, no puedo entender como he permitido que te alejes de mi, cual es el error que cometí para perderte, pero ya es tarde, no puedo volver atrás, te has ido.
Aposté todo lo que tenía, entregué todo lo que me quedaba, lo he perdido todo y solo me queda una cosa por hacer.
Con el corazón roto y mi alma destrozada, solo puedo desearte el futuro más feliz que puedas tener, para mi lo mereces,a pesar de este amargo final, eres lo mejor que pudo pasarme en mucho tiempo, me diste ganas de vivir, me levantaste con una sonrisa día a día y me enseñaste a querer con toda la sinceridad de mi corazón y todas las fuerzas de mi ser, siempre serás mi primer gran amor, nuestra breve historia, intensa y sincera.
Siempre serás tu, te recordaré, no podré olvidarte y mientras tanto, te estaré esperando por si algún día decides volver.
Espero que entonces no sea demasiado tarde.
Te quiero y de un modo u otro, siempre te querré.

Serás Día, Seré Noche.

Luces de neón destacan en el cielo estrellado.
Es sencillo, día y noche se han unido,
universos paralelos se han encontrado.
Tu eres día, brillas como la luz del sol,
me iluminas y me alegras con sonrisas.

Yo soy noche, somos diferentes, extrañas e íntimas...
No importan las diferencias, que mas da que seamos opuestas,
si en eso esta el lujo de amarnos,
si mientras exista el día, tendrá sentido la noche...

Y cuando amanezca yo no me iré, solo dejaré que brilles alegrando a los que te rodean. Nunca dejaré de amarte, de seguirte y de esperarte, la noche llega después del día y se aparta para seguirlo en su camino. Yo te espero, yo te sigo, yo te necesito y sin ti... yo sin ti ya no existo. Te amo

Entrega

Tengo un sentimiento muy hundido dentro del corazón, algo profundo, tan alegre y tan real que casi es peligroso, lo llaman amor.
No se cuantas veces te he dicho que te quiero, o que te amo, el caso es que tengo que confesarte algo.
Lo que tengo dentro de mi es un arma de destrucción masiva, una pequeña bomba de relojería, algo que me mantiene en lo más alto, que me hace volar y sentir que atravieso las nubes sintiendo su frescor en un caluroso día de verano, un vuelo que me dirige como las mariposas que se dejan llevar por la dirección del viento sin importarles el rumbo.
La parte mala, lo peligroso, es que ese vuelo depende de ti, de tu cercanía, de tus sentimientos y de que si te vas, la caída sería letal.
He aprendido que lo que el corazón nos dicta ha de ser lo correcto, mi corazón me mantiene a tu lado y yo cumplo sus deseos, pero necesito, con todas las fuerzas que albergan en mi cuerpo y en mi alma, que tu respondas del mismo modo.
Quiero seguir volando, quiero burlar las leyes de la naturaleza de tu mano, vencer a la gravedad, a las normas establecidas.
Quiero respirar tu aire, alimentarme de tus besos, crecer con tu calor y no volver a posar los pies en la tierra, quiero una vida rodeada de lo que ahora mismo tengo, quiero tenerte en cuerpo y alma, quiero poseer tu esencia, cuidarla y protegerla.
Quiero hacer de ti un sueño hecho realidad, cumplir todos tus deseos y afrontar con valor todos tus problemas, pisar los miedos, destruir barreras, abrazarte en los buenos y malos momentos, seguir llorando de felicidad.
Ay si supieras... se me derrite el alma cuando te escondes en el hueco de mi hombro y me brindas con ese placer que me produce sentir el calor de tu aliento chocando con mi piel.
Quiero que seas mi futuro, quiero que seas tu.
Que siempre, por encima de todas las cosas y pase lo que pase
Seas tu.
Por toda una eternidad.
Te adoro

Oda a mi amor.

El mundo se difumina con tu presencia, se esfuma,
la brisa forma un remolino a nuestro alrededor,
mis ojos se pierden en cada poro de tu piel, blanca como la espuma,
mi alma se eleva, danza al son de nuestra melodía, la oda al amor.

Mis manos te alcanzan, se funden con tu calor,
en tu cara se dibuja la más bella de las sonrisas,
me pierdo cuando me sonríes princesa, mi linda flor,
me deslumbro bajo tu mirada, ¡no sabes cuánto brillas!

Los segundos pasan, o eso dicen, yo paré mi tiempo,
ahora sólo existes tu, mi flor, mi Diosa, mi reina.
¡Ojalá pudiera expresar con palabras lo que por ti siento!
Demostrar que con solo un beso mi alma y mi vida llenas.

Las estrellas están felices y celebran nuestra unión,
los árboles nos miran y nos protegen del exterior,
suena música que nos llena y nos envuelve,
¡Ah, como no! madre tierra nos canta la oda al amor.

Te ofrezco.

Te ofrezco mi casa, mi cama, mi mochila... Te ofrezco mi ordenador, mis móviles y mi mp4. Te ofrezco mis muebles, mi estantería llena de libros, mis fotos y mis flores. Te ofrezco mis peluches, mis juegos, mis CD's y mi videoconsola. Te ofrezco mi ropa, mi tabaco y mi escaso dinero en metálico, te ofrezco mis jarrones, mis carteles de circo y mis mazas de malabares, mis carpetas cuadernos y mis sillas.Te ofrezco mi alma, mi cuerpo, mi corazón. Te ofrezco mis ojos, mi pelo, mis labios y mis orejas, mi nariz, mis dientes mi cuello y mis brazos, te ofrezco mis órganos, mi sangre, mis músculos y mis huesos. Te ofrezco mis sentimientos, mi amor, mi odio, mi tristeza y mi felicidad. Te ofrezco mi vida, te ofrezco mi muerte. Te doy todo lo que tengo, con una sola condición, no dejes de quererme. Ruth. @_Crystalball_

Mi ruleta rusa.

La soledad me acompaña, el silencio me llena, la oscuridad me vacía. No hay horizonte más allá de las tinieblas que mi propio ser provoca, no hay más que tristeza. Los latidos de mi corazón retumban en mis oídos, como en la espera de la ruleta rusa, silencio repleto de muerte. Ya no queda nada, mi sangre extiende su ponzoña por todo mi ser, remueve mis vísceras, las oscurece. Trago saliva, su amargo sabor me arde en la garganta, con intención de digerir mi propio fracaso. Ya no queda nada, un dolor tan profundo como inhumano, tanto mental como físico, tanto vivo como muerto. Quizás, sea necesario revivir nuestros recuerdos, amargándonos de pasado, llenándonos de veneno, veneno que crea nuestro corazón con lo que nuestra mente pretende borrar, sintiéndonos vivos con lo más muerto de nuestro ser. Y si, es cierto que la mente siempre fue más sensata, y nuestro corazón, el arma más letal que llegaremos a poseer, un arma que ni nosotros mismos controlamos, un arma que un día te eleva a lo más alto y otro te hunde en lo más profundo del averno. Pero ya no hay miedo, ni inquietud, ya no queda nada. Tan solo esa profunda tristeza que nos embriaga, nos llena y nos funde, nos abrasa con su gélido tacto y ¿para qué? Para nada, absolutamente nada. Ya solo queda esa tristeza, que no es ni por todo, ni por algo, ni por nada,simplemente, ES. Separad mi corazón de mi cuerpo, quizás así solo pueda latir mi mente. . . RUTH. @_Crystalball_ ¡Arrancadme el sexo, y llenadme del todo, de pies a cabeza con la más espantosa crueldad! ¡Que se adense mi sangre , que se bloqueen todas las puertas al remordimiento! ¡Que no vengan a mí contritos sentimientos naturales a perturbar mi propósito cruel, o a poner tregua a su realización! Venid hasta mis pechos de mujer y transformad mi leche en hiel, espíritus de muerte. William Shakespeare.

¿Y tú me hablas de amor?

¿Y tú me hablas de amor? Mientras tú me hablas de sexo desenfrenado yo recuerdos besos robados en la habitación, cuando tú recibes un te quiero yo escucho mil veces te amo a través del viento. Tú pretendes dar envidia a los que te rodean, presumir de lo que yo callo y disfruto en la intimidad de estas cuatro paredes. Cuando lloras y te quejas por lo que no tienes lo camuflas tras la máscara de esa felicidad que ni siquiera sientes. ¿Y tú me hablas de amor? Yo no hablo de amor, puedo admitir que no soy perfecta y me equivoco pero tras mis obstáculos alguien vela por mi y convierte esos defectos en la mayor de las virtudes. Puedes mirarme por encima del hombro, señalarme con el dedo... Puedes creer que tu vida será más feliz por ser como todos los demás. Puedes mirarme con asco por besar a una persona de mi mismo sexo, puedes burlarte, reirte de mi una y mil veces. Puedes insultarme, escupirme en la cara con tus sucias palabras, creer que estoy enferma, que la vida me tratará mal y que me lo mereceré, puedes sentir desprecio hacia las personas como y sentirte mejor por ello. Lo que jamás conseguirás será hacerme mirar hacia atrás, lograr que tropiece con tus barreras, hundirme, humillarme,ni siquiera serás capaz de borrar la sonrisa de mi cara, ni que suelte la mano de esa chica que me acompaña allá donde vaya. Cuanto me mires por encima del hombro yo también lo haré, cuando me señales con el dedo descubrirás a una chica sonriendo, cuando te burles y te rías de mi estallaré a carcajadas por tu ignorancia, cuando me insultes ni te miraré. Vivirás en el agujero de la intolerancia, en la amargura de quien no respeta, en la suciedad de quien pisa a los que hay a su alrededor para verse más alto, te invadirá la soledad de quien no sabe amar y sobre todo, estarás siempre enfermo. Porque ser feliz con ella no me hace ser una enferma, tu homofobia si lo hace. Por eso, siempre, todos los días de mi vida, hagas lo que hagas y como lo hagas, estaré por encima de ti. Porque ni tu ni nadie, conseguirá jamás, que deje de amarla por un solo instante.

Una nota con amor.

Camino al compás de la música, en un día como otro cualquiera, en una vida relativamente fácil. Tengo los motivos suficientes para sonreír, y claro que lo hago, hasta que desvío la vista y lo veo... Una lágrima resbala por mi mejilla sin poder evitarlo, de un golpe aquel hombre me mostró lo más duro de la realidad, la crudeza con la que una vida puede tratarte, sin hablar, sin mirarme, recostado en un cartón junto al cajero del banco, irónico ¿verdad? Descansando en la morada del enemigo, viviendo en sus propias carnes lo difícil de vivir sin un techo, con el frío clavándose en sus huesos, atravesando sus entrañas, enfriando su pobre corazón. Me freno en seco, le miro con descaro, la tristeza me inunda por dentro y lamento no tener ni cinco míseros céntimos, me odio por mi propio egoísmo cuando me siento mal por no tener los bolsillos llenos... y, al mismo tiempo visto mis zapatillas nuevas, mi camisa recién estrenada y mi chaqueta más calentita. ¿Hasta qué punto el ser humano puede llegar a ser tan duro consigo mismo? ¿por qué? ¿por qué? esa gente tiene que vivir en la calle mientras otros descorchan una botella de champán, abrazan a sus seres queridos bajo el edredón, ven una película en su pantalla de plasma... o simplemente tienen donde refugiarse del frío y de la lluvia. Sigo caminando y sin embargo no puedo olvidar a ese pobre hombre, abandonándole a su suerte... Retrocedo y entro en el primer bar que me encuentro, pido un bolígrafo y en una servilleta de papel me pongo a escribir. Cuando volvía a casa, aun sabiendo que no hice nada especial, mi corazón me perdonó por seguir caminando, después de haber dejado aquel papel en la ranura de la puerta del banco, donde al día siguiente aquel hombre leería, posiblemente con indiferencia: "Aunque no haya podido ayudarte, ni abrigarte del frío o darte que llevarte a la boca, no podía irme sin antes decirte, que a partir de ahora no estás solo, alguien te lleva en su corazón, me has dado una lección, gracias y suerte. Ruth"