Mi sol

Dicen que si el sol se apagase nos extinguiríamos ya que el mundo se congelaría y no sobreviviríamos a temperaturas tan bajas, las plantas se morirían, por lo que no tendríamos aire, no habría comida, ni agua, ni oxígeno, ni calor ni luz... y con esto he descubierto que yo sería una superviviente nata y te explicaré el porqué: Mi cuerpo se mantiene a la mejor temperatura por el calor de tu cuerpo, mis pulmones solo respiran el aire de tu aliento, mi corazón se alimenta del amor que desprendes y me llena, como una cena de nochebuena, podría beber únicamente de tus besos y la mayor razón es... que yo no vivo gracias a la luz del sol... sino que aquello que realmente permite que mis latidos se mantengan a su ritmo, es la luz que me envuelve con tu sonrisa.

Mi gran estrella

A Barbi, mi amor. Hundida como siempre desistí a creer sus palabras, cerré mi corazón, pero entonces me agarró la mano y comenzó a decirme palabra por palabra aquello que recordaría por el resto de mi vida. -Mira al cielo y piensa, ¿acaso hay algo especial ahí arriba? ¿Crees que una sola de esas estrellas son capaces de superar el brillo de tu corazón? -Si, claro, son estrellas, mi corazón no es capaz de brillar, solo es parte de mi cuerpo. -Si, es una parte de tu cuerpo, pero cada una de las sonrisas que has depositado en el adquirieron su propio brillo, cada una de esas ilusiones añadieron la fuerza de mil estrellas fugaces convirtiendo tu corazón en la estrella más linda del cielo. -Pero… si tan solo es mi corazón…¿Cómo puedes decirme que brilla? -Porque noche tras noche, más allá de nuestra atmósfera brillan las estrellas dándole ese toque de luz a la propia oscuridad, pero día y noche, aquí en la tierra, cada vez que sonríes, mis sueños más lindos se hacen realidad, como deseos pedidos a cada una de esas estrellas fugaces que pasan todas las noches cruzando el cielo y tu y solo tu eres capaz de cumplir todos y cada uno de ellos.