¿Y tú me hablas de amor?

¿Y tú me hablas de amor? Mientras tú me hablas de sexo desenfrenado yo recuerdos besos robados en la habitación, cuando tú recibes un te quiero yo escucho mil veces te amo a través del viento. Tú pretendes dar envidia a los que te rodean, presumir de lo que yo callo y disfruto en la intimidad de estas cuatro paredes. Cuando lloras y te quejas por lo que no tienes lo camuflas tras la máscara de esa felicidad que ni siquiera sientes. ¿Y tú me hablas de amor? Yo no hablo de amor, puedo admitir que no soy perfecta y me equivoco pero tras mis obstáculos alguien vela por mi y convierte esos defectos en la mayor de las virtudes. Puedes mirarme por encima del hombro, señalarme con el dedo... Puedes creer que tu vida será más feliz por ser como todos los demás. Puedes mirarme con asco por besar a una persona de mi mismo sexo, puedes burlarte, reirte de mi una y mil veces. Puedes insultarme, escupirme en la cara con tus sucias palabras, creer que estoy enferma, que la vida me tratará mal y que me lo mereceré, puedes sentir desprecio hacia las personas como y sentirte mejor por ello. Lo que jamás conseguirás será hacerme mirar hacia atrás, lograr que tropiece con tus barreras, hundirme, humillarme,ni siquiera serás capaz de borrar la sonrisa de mi cara, ni que suelte la mano de esa chica que me acompaña allá donde vaya. Cuanto me mires por encima del hombro yo también lo haré, cuando me señales con el dedo descubrirás a una chica sonriendo, cuando te burles y te rías de mi estallaré a carcajadas por tu ignorancia, cuando me insultes ni te miraré. Vivirás en el agujero de la intolerancia, en la amargura de quien no respeta, en la suciedad de quien pisa a los que hay a su alrededor para verse más alto, te invadirá la soledad de quien no sabe amar y sobre todo, estarás siempre enfermo. Porque ser feliz con ella no me hace ser una enferma, tu homofobia si lo hace. Por eso, siempre, todos los días de mi vida, hagas lo que hagas y como lo hagas, estaré por encima de ti. Porque ni tu ni nadie, conseguirá jamás, que deje de amarla por un solo instante.

Una nota con amor.

Camino al compás de la música, en un día como otro cualquiera, en una vida relativamente fácil. Tengo los motivos suficientes para sonreír, y claro que lo hago, hasta que desvío la vista y lo veo... Una lágrima resbala por mi mejilla sin poder evitarlo, de un golpe aquel hombre me mostró lo más duro de la realidad, la crudeza con la que una vida puede tratarte, sin hablar, sin mirarme, recostado en un cartón junto al cajero del banco, irónico ¿verdad? Descansando en la morada del enemigo, viviendo en sus propias carnes lo difícil de vivir sin un techo, con el frío clavándose en sus huesos, atravesando sus entrañas, enfriando su pobre corazón. Me freno en seco, le miro con descaro, la tristeza me inunda por dentro y lamento no tener ni cinco míseros céntimos, me odio por mi propio egoísmo cuando me siento mal por no tener los bolsillos llenos... y, al mismo tiempo visto mis zapatillas nuevas, mi camisa recién estrenada y mi chaqueta más calentita. ¿Hasta qué punto el ser humano puede llegar a ser tan duro consigo mismo? ¿por qué? ¿por qué? esa gente tiene que vivir en la calle mientras otros descorchan una botella de champán, abrazan a sus seres queridos bajo el edredón, ven una película en su pantalla de plasma... o simplemente tienen donde refugiarse del frío y de la lluvia. Sigo caminando y sin embargo no puedo olvidar a ese pobre hombre, abandonándole a su suerte... Retrocedo y entro en el primer bar que me encuentro, pido un bolígrafo y en una servilleta de papel me pongo a escribir. Cuando volvía a casa, aun sabiendo que no hice nada especial, mi corazón me perdonó por seguir caminando, después de haber dejado aquel papel en la ranura de la puerta del banco, donde al día siguiente aquel hombre leería, posiblemente con indiferencia: "Aunque no haya podido ayudarte, ni abrigarte del frío o darte que llevarte a la boca, no podía irme sin antes decirte, que a partir de ahora no estás solo, alguien te lleva en su corazón, me has dado una lección, gracias y suerte. Ruth"